Gustave Henri
Jossot
1866-1951

autoportrait de Jossot, 1908

Biografía

Los díbujos de Jossot son todavía ampliamente utilizados pero la mayoría de la gente ha olvidado completamente el autor. Para comemorar el centenario de la separación entre la Iglesia y el Estado, Le Monde, por ejemplo, tomó prestado un dibujo a « ¡ Dressage ! », un número de l’Assiette au beurre (El plato con mantequilla), dedicado a la educación (1). Este periódico satírico también hizo la alegría de numerosos periódicos de izquierda y de extrema izquierda que encontraron en Jossot un gran atacante de guardias, militares y curas. Aunque la originalidad de su pluma y la virulencia de su humor aún se aprecian, no se sabe realmente quién fue el autor de estos dibujos.

Jossot nació el 16 de abril de 1866 en una familia clasemediana y a los veinte anõs publica sus primeros esbozos en la prensa de Dijon. Su estilo y su humor son entonces totalmente del gusto de la época. Autodidacta, se forma en París en estudios autónomos y se apasiona por Bretaña. A fuerza de parodiar la preciocidad de los maestros simbolistas, crea en 1894 un grafismo raro que une la deformación caricaturesca con las distorsiones decorativas. Su pluma se hace espesa y sus explicaciones se hacen lacónicas e incisivas, de modo que, desde 1897, el dibujante usa un estilo particularmente firme, en el que una línea a la vez gruesa y nerviosa pareciera querer aniquilar la viveza de colores planos. Esta estética le debe mucho a la pintura y a los dibujos de los Nabis, a los principales representantes del Arte Nuevo, pero también a las iluminaciones y a los frescos medievales, a las estampas japonesas y a ciertos caricaturistas, como a Caran d’Ache, a Moriss o a Louis Doës. Con tres albumes, Artistes et bourgeois (1894) (Artistas y burgueses), Mince de trognes (1896) ( ¡ Caramba ! ¡ Qué jetas !), ¡ Femelles ! (1901) (¡ Hembras !) y su colaboración máxima a L’Assiette au beurre, Jossot se impone como uno de los caricaturistas más conocidos de su época. Sus imensos afiches caricaturescos, en particular aquellos para las sardinas Saupiquet, tuvieron una repercusión duradera.

Como muchos artistas de su generación, Jossot encuentra en una revuelta antiburguesa tocando casi con el anarquismo, el germen de una estética vanguardista. Precisa en un artículo que un ambiente familiar opresivo fue el germen de su vocación. Su madre murió cuando él tenia tres anos y de niño tuvo que sufrir bajo el yugo de una madastra y de un padre asegurador que lo destinaban a ser marinero militar. A los 19 años, presta su servicio militar como oficial de complemento, cerca de Nevers, cuando Marie-Jeanne Duriaud, una costurera empleada de sus padres, da a luz a Irma. Resistiendo a las presiones familiares, se casa con ella luego de la muerte de su padre, en 1898.

La práctica casi exclusiva de la caricatura acaba por ensombrecer totalmente la percepción que tiene de las realidades, de modo que la revuelta en él se transforma poco a poco en misantropía y depresión. Esta se acentúa en 1896, con el fallecimiento brutal de su hija, que muere de meníngitis. Es luego de este acontecimiento tragico que realiza su primer viaje a Túnez. El continua con su carrera de cartelista y de caricaturista, pero desaprueba ese arte « que no es sino un derivado del Odio » (2) y se dedica entonces a la pintura. Reside en Gafsa, Gabès, Tunez y Hammamet durante su segundo viaje (entre noviembre de 1904 y abril de 1905). A su regreso, redacta e ilustra una novela, Viande de bourgeois (Carne de burgués), en la que la carga literaria se une a la literatura. Jossot expresa en ella su profunda angustia :

« ¡ Oh ! ¡ Las malas jetas, las inmundas napias, las abominables cabezotas... ! En todas partes veo como parpadean ojos legañosos o como brillan miradas crueles, en todas partes oigo como se entrechocan las mandíbulas terribles, en todas partes me aparecen les hocicos que caen, las jetas que babean, los morros que olfatean y las jetas que hacen muecas. ¿ A dónde huir, a dónde irme a esconder para no ver más esas horripilantes desformaciones, esas monstruosas fealdades ? Los gnomos de Goya, los diablos de Callot, las larvas de Odilon Redon me parecen ahora que se quedan cortos. ¿ A dónde huir ? A ninguna parte, ya que en todas partes encuentro a bestias humanas, ya que en todas partes pululan, crecen y se multiplican. Qué enloquecedora es esa perpetua pesadilla llena de espantosas jetas, de alucinantes picos. » (3)

Su argumento muy fantasioso plantea una intriga en la que un grupo de anarquistas van a buscar una bomba que se perdió en el suelo tunecino ; es una oportunidad para burlarse de los anarquistas, para denunciar las fechorías de la Colonización y para describir un Oriente de ensueño.

A continuación de una enorme retrospectiva que organizo en 1908 el « Club Slavia » en Austría, Bohemia y Moravia, donde su arte arma un escándalo, Jossot vuelve a invernar a Gafsa. Expone sus obras orientalistas en la Exposición de Otoño de 1909 y pasa el invierno en Argelia, en Bou-Saâda. A su regreso, en abril de 1910, expone cinco cuadros en la Exposición de los Independientes. En noviembre de 1910, decide establecerse en Túnez. Con las pinturas que expone en la Exposición de los Independientes y en la Exposición de los Humoristas de 1911, parece desear adaptar la caricatura a un estilo elevado, segun las ideas que defendió en sus primeros artículos. En setiembre, el artista vende todos sus muebles y deja definitivamente a Francia. La Exposición Tunecina le aparta una sala de exposiciones entera en 1912 : se mezclan en ella caricaturas con paisajes tunecinos y bretones.

La obra orientalista de Jossot se conoce mal puesto que está repartida en colecciones privadas. Sin embargo, parece muy apagada en frente de sus caricaturas y de sus aserciones teoricas vindicativas. Solo sus acuarelas y sus obras en tinta china de trazos amplios, parecen verdaderamente resucitar una línea ahora calmada. Aunque Jossot huyó cuidadosamente los ecos de sociedad, que podian proporcionarle un reconocimiento social, se convirtió en un pintor respetado y apreciado en el período entre las dos guerras. Hoy en día, los Tunecinos se acuerdan más del personaje que de su obra. En efecto, el artista contrarió a la sociedad colonial y despertó la curiosidad de los Indígenas al anunciar de manera pública su conversión al Islam (Febrero de 1893). Sin que eso sea raro, el hecho en aquella época es bastante original ; en cambio, su dirección escénica mediática es inédita. Es preciso decir que el artista primero cuidó de reanudar con su religión de origen, el catolicismo, a fin de fortalecer el impacto simbólico de su abjuración. La versión árabe de Mi Conversión y los debates periodísticos exponen las razones de este compromiso religioso. No se trata de la primera conversión del renegado : ya, en Francia, se habia interesado por el ocultismo de Allen Kardec, por teosofía, y asi sucesivamente.

Jossot deja todo tipo de actividad artística hasta 1921, pero su elocuencia satírica se desahoga en sabrosas crónicas que destilan los periódicos socialistas e independientistas tunecinos. En 1923, sigue una iniciacion al sufismo junto al jeque Ahmad al’Alawi y publica un folleto titulado Le Sentier d’Allah (El Sendero de Allah), que relata esta experiencia. Su exaltación recae a partir de 1927 : el artista vuelve a considerarse como europeo y ya no considera mas al jeque como a su maestro-guru. Algunos años más tarde, publica un folleto titulado Le Foetus récalcitrant (El feto recalcitrante). Ademas de varias exposiciones individuales (1928, 1921, 1942), él muestra nuevamente sus obras en el Salon Tunisien (Exposición Tunecina), (1924, 1925, 1928), en el Salon des Artistes Tunisiens (Exposición de los Artistas Tunecinos), (1929, 1931, 1933), en el Essor (Desarrollo) (Dijon, 1928), y en las Exposiciones Artísticas de la África Francesa (1935, 1947). A causa de las devaluaciones producidas luego de las dos guerras mundiales, la independiencia del autor que habia sido garantizada por una importante herencia, disminuye. Jossot se ve obligado a vender de nuevo su talento especialmente al folleto anarquista Maintenant (Ahora). A los 81 anos, enviudece y acaba la redacción de sus memorias, Goutte à goutte (Gota tras gota), en las que considera « el hoyo final » con un ateismo acentuado. Fue enterrado en el « cementario de los olvidados » en Dermech, el 7 de abril de 1951.

Henri VILTARD
Traducido del francés por Françoise Tichit.

(1) Le Monde, 2 de diciembre de 2005, página 25

(2) Carta a Jehan Rictus, [16-25 de junio de 1904]

(3) JOSSOT (Gustave-Henri), Viande de « Borgeois », ilustrado por, Paris, L. Michaud, páginas 18-19.

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