lien vers la page en français

Jossot
Correspondencia de un caricaturista
Textos reunidos, anotados y presentados por Henri Viltard
Traducido del francés por Françoise Tichit

A causa de su tonalidad poco común, de su contenido filosófico y de su humor, las cartas de Jossot fueron conservadas a menudo por sus amigos por correspondencia. Fueron dispersadas en diferentes colecciones públicas y privadas. El caricaturista nunca habla en ellas de cosas anecdóticas, sino de su arte, de sus viajes, de sus ideas políticas, religiosas o de sus lecturas. Una anotación minuciosa permite comprender las numerosas alusiones a sus propias caricaturas.

Cul de Lampe, L'Estampe et l'Affiche, 1897

Link hacia la página escritor

13 de setiembre de 1906.



Estimado Grave

Si : que le haré un dibujo ; pero espere unos días.

De momento, esta ocupándome una novela que he escrito e ilustrado : debe de parecer este lunes. Le enviaré un ejemplario de ella. Esta novela fue titulada primero Carne de burgués (Viande de Bourgeois), novela anarquista ; pero al ver los cejos en forma de acentos circunflejos y los labios como orificios de pichas de ciertos representantes de la raza enemiga, a quienes fue mostrado el manuscrito, el editor de textos, con mucho tacto, me pidió que suprimiera el subtítulo y hasta que quitara la « u » de « Bourgeois » ; de manera que ahora mi libro se titula muy sencillamante Viande de « Borgeois ».

No le gustará, lo sé de antemano : el individualismo es muy importante en ella, eso es para usted un crimen imperdonable. Además, mi dichoso talante de caricaturista me incite a burlarme de las cosas más respetables : hasta los anarquistas pagan el pato un poco (¡ solo un poquitín !)

Por fín, uno no puede satisfacer a todos : si usted lo juzga bueno vapulearme en la bibliografía de los Temps nouveaux (Tiempos nuevos), hágalo sin temor : no le guardaré rencor a causa de eso. Muy cordialmente.


Jossot.

Gafsa, 20 de noviembre de 1904



Estimado Rictus,

Aquí estamos instalados en medio del desierto, en la oasis de Gafsa. Le doy, por segunda vez, mi dirección, por si acaso mi última tarjeta no hubiera llegado hasta usted. En casa del señor Reboul en Gafsa (Túnez).

Y ahora, voy a contarle muy brevemente las principales peripecias de nuestro viaje. Salimos de Marsalla el viernes a las doce del mediodía, volvimos allí dos horas más tarde, a consecuencia de una avería que acaeció a la máquina de nuestro barco, la Ciudad de Orán. Los periódicos se lo contaron, pero le engañaron cuando le dijeron que la Ciudad de Orán había vuelto al puerto por sus propios medios ; le fue necesario hacer señales de socorro y un remolcador vino a buscarnos. Si el accidente hubiera ocurrido en medio del mar, repetimos la aventura del Djurdjura, de la que todo el mundo sigue hablando aquí. En resumidas cuentas, sólo dejamos a Marsalla al día siguiente, a las cinco ; pero fuimos recompensados del retraso por una travesía de sueño : he fumado pipas en el puente y he papeado como una lima. Nos paramos sólo dos días en Túnez, donde llueve mucho en esta estación y donde no hace un calor exagerado. Nos encaminamos pues hacia el Sur, tomando el tren hasta Sousse, ciudad sin interés. Desde Sousse, hasta Sfax, recorrimos 150 kilometros. En automóvil, parándonos media hora en El- Djem donde se erigen, gigantescos, circos romanos que dejan atrás los de Arles. Sfax vale mucho más que Sousse. Sin embargo, en todo caso, es una ciudad cosmopólita del litoral y ciudad de guarnición además. ¡ Bueno ! Y tomamos el tren que, durante todo un día va acarreándonos interminablemente por el desierto.

De cuando en cuando, se erigen algunas tiendas de campana, chabolas de las que surgen seres extraños y sórdidos. ¡ Ah ! ¡ Hombre, habla usted de la suciedad de los obreros parisinos ! Si pudiera ver, como yo, a los moros rascarle... pues no hago mas que esto desde ayer, cuando, por primera vez planté mi caballete en medio del pueblo y cuando tuve que soportar a una multitud de indígenas. No, renuncio a eso : es imposible trabajar en tales condiciones, tanto más cuanto que hay cincuenta centímetros de polvo en las calles y que la frescura de mis matices padece de eso. Pero ya tengo bastante trabajo cerca de la oasis, al borde del desierto.

Toda una vegetación exótica, palmeros gigantescos que se perfilan en un fondo de montañas azules, o de color rosa y violeta. Y nada vendrá a molestarme, nada sino las gacelas y los muflones, las víboras con cuernas, hasta los cobras. Bueno, si salgo con vida de eso, y lo tengo esperado, le ensenaré en la primavera mis embadurnamientos.

Salude affectuosamente a Ugene y a los Filliol. No puedo escribirles a todos al mismo tiempo : los que no estan servidos bien me excusarán y me darán crédito para algunos dias. Olvidaba de decirle que el calor sahariano se parece mucho a la frescura siberiana. A veces, el termómetro baja hasta el cero, y después, por la tarde, vuelve a subir y uno se quema, se lo aseguro. Bueno, poco me importa, siempre que pueda trabajar.

Jossot.

Amistades.


Postdata : precio de una mujer : 500 francos... tomada en casa de su padre.

Precio de un camello 70... a 100 francos.

Link hacia las acuarelas.
lien vers Caricature et photographie selectión de artículas que publicó Jossot lien vers la thèse
cul de lampe, Viande de bourgeois
Carta a Henri Bouchard lettre à Henri Bouchard
Link para escribir a Henri Viltard
lien vers les caricatures
lien vers les affiches
lien vers les aquarelles
lien vers les toiles
lien vers les écrits

Valid XHTML 1.0 Strict